Si existe un nombre en este país y quizas en el mundo que no necesite de ninguna referencia es sin duda el de Pablo Escobar Gaviria. El 2 de diciembre de 1993 cayo el capo del cartel de Medellín y nacía un mito. Desde entonces, la tumba más visitada del cementerio de Montesacro es la de Pablo Emilio Escobar Gaviria, "el muerto más visitado de Colombia", un hombre que comenzó alquilando bicicletas y cómics cuando era niño y terminó poseyendo una fortuna de miles de millones de dólares y un poder que hizo tambalear los cimientos de una nación. Así, a lo largo de su historia, Escobar aparece a veces como un guerrero que despertó la admiración de sectores excluidos que lo consideran un héroe, y otras como un villano que hizo de la muerte un negocio para someter al Estado y a la sociedad.
Su figura y vida ha tomado proporciones míticas tanto en nuestro país como a nivel mundial. En los años 80 fue uno de los diez hombres más ricos del mundo según datos de la revista Forbes. En los 70 un delincuente menor con una única visión: o en sus propias palabras, convertirse, antes de su muerte, en el narcotraficante más importante del siglo XX. Pablo Escobar sin duda lo consiguió.
Nacido el 1 de diciembre de 1949 en la comunidad campesina conocida como El Tablazo, cercana al departamento de Antioquia. Cursó estudios de bachillerato en una escuela de Medellín donde distintas versiones indican que se unió a una banda que se dedicaba a robar lápidas de los cementerios para luego venderlas. De ahí pasó al robo de autos y muy pronto se vio involucrado en el tráfico de marihuana.
Entre 1970 y 1973, cuando se comenzó a hablar del ingreso del alcaloide a Medellín procedente de Perú y Bolivia, Escobar Gaviria ya servía de conexión para el transporte de enervantes y materia prima para procesar cocaína. Concibió y construyó pistas clandestinas dentro de sus múltiples propiedades (Hacienda Nápoles entre muchas) por donde partían y llegaban flotillas de aviones pequeños, piloteados por colombianos, peruanos, bolivianos o norteamericanos. Segun el escritor y periodista Edgar Arias Torres autor del famoso libro "Mercaderes de la Muerte" este fue el marco en el que Pablo Escobar comenzó a amasar, casi dos décadas después, los miles de millones de dólares de su fortuna.
A principios de la década de los 70, realizó múltiples obras de beneficio a la comunidad con dinero proveniente de la droga, lo que le permitió ganarse un gran número de simpatizantes. Del sicariato como del deporte, Pablo Escobar fue uno de sus mayores inversionistas, pero no su tutor o patrocinador de raíz. Cierto es que gracias a las canchas de fútbol que él mismo construyó en los barrios marginados de Medellín y Envigado fichó a las principales figuras de este género delictivo.
Debido a sus múltiples obras benéficas consiguió el apoyo popular de grandes sectores marginados que vieron en el su única alternativa para salir de la agobiante pobreza. Con su apoyo logró ingresar a la Cámara de Representantes por el nuevo liberalismo.
En 1982 Pablo Escobar Gaviria asistió a la posesión de Felipe González como presidente del gobierno español. Escobar, parlamentario colombiano en aquel entonces, fue invitado por el Partido Socialista Obrero Español a la ceremonia antes descrita, en otro de los hechos que corroboran su título como el capo de la mafia que mayor trascendencia política, social, económica, judicial, cultural y hasta deportiva tuvo en el siglo XX.
Una vez en el mundo de la política, no tardaron en identificarlo. Pablo Escobar fue expulsado por sus honorables colegas de partido político, en 1983, (donde aún tras su expulsión mantuvo su influencia), y pronto comenzó a exterminar a todos los que lo denunciaron públicamente, (entre ellos el Ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla) siguiendo no sólo su modalidad de acallar testigos, sino que también utilizó otras plataformas de violencia y corrupción que ya estaban montadas, como las escuelas de sicarios.
Crecido en un barrio popular que irónicamente se conoce como La Paz, fue huésped de muchas potencias mundiales incluyendo Estados Unidos, desde cuyos cuarteles de defensa se montaron múltiples operativos junto con la policía y el ejercito de Colombia para aniquilarlo.
Acusado del magnicidio de Luis Carlos Galán Sarmiento, jefe del nuevo liberalismo, Pablo Escobar pareciera ser en ese instante de nuestra historia el culpable de todas las desgracias en Colombia.
Las autoridades le atribuyen en 1989 el hacer estallar un avión de Avianca en pleno vuelo; 197 personas murieron inocentemente, con la intención de asesinar al entonces candidato Cesar Gaviria Trujillo, quien había recibido las banderas del nuevo liberalismo.
En diciembre del mismo año un autobús-bomba estalla frente al edificio del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), sede de la policía secreta, que causó 70 muertes y 500 heridos. Estos tenebrosos atentados y muchos otros mas tendrían entonces una huella inconfundible a juicio de las autoridades colombianas: Pablo Escobar Gaviria. Consecuentemente es declarado entonces el enemigo publico numero 1 de la nación.
Después de prácticamente acorralar al país y arrinconar al gobierno entonces presidido por Cesar Gaviria Trujillo, Pablo Escobar se entrega a la justicia en junio de 1991, con la condición de no ser extraditado a los Estados Unidos. El mismo provee su propia cárcel llamada "La Catedral", la cual mas que un sitio de detención es catalogada como un hotel cinco estrellas. Trece meses mas tarde al ser Pablo Escobar notificado por el propio gobierno que será trasladado de prisión emprende su fuga el 22 de julio de 1992, convirtiéndose en el suceso internacional más bochornoso que Colombia pueda recordar.
Se desatan multiples escandalos y reina la confusión que se riega como pólvora incendiando la dignidad y la competencia de un gobierno, de un pueblo y de toda una nación. Pablo Escobar está libre nuevamente y para muchos peor aún, fortalecido.
El gobierno arrinconado y desesperado crea entonces un cuerpo de élite conformado por 200 efectivos de la Policía y el Ejército colombianos, apoyados estrechamente por todos los cuerpos estatales de seguridad de los Estados Unidos.
Entra a operar el Bloque de Búsqueda liderado por el entonces Ministro de Defensa Rafael Pardo. La cacería no da tregua hora tras hora, dia a dia y mes a mes. Se realizan cientos de operativos y rastréos con la tecnología mas sofisticada existente pero no logran encontrar nada diferente al almuerzo caliente del capo en sus mejores aproximaciones.
Colombia en medio de su frustración no tarda en percibir que la tarea de capturar al Capo iba para largo. País de contrastes no ve alternativa diferente a tomar dicha cacería con un timido humor nervioso. Las columnas en los diarios, los caricaturistas y hasta los programas humorísticos sacan partido de cada nuevo intento fallido del Bloque de Búsqueda.
Diez y seis meses después, tras de una ardua, intensa y sofisticada cacería y sólo protegido por un escolta que también murió en el operativo intentando cubrir la huida de su "patrón", Escobar fue localizado gracias al rastreo electrónico de dos llamadas telefónicas que hizo a su familia en Bogotá.
"A Pablo le quitamos las fortalezas. Se desvertebró la red de taxistas y de bíper que lo protegía. Se empezó a diezmar la estructura que él llamaba militar, pero que era una estructura de delincuentes y sicarios", dice el general Jorge Daniel Castro Castro, quien comandó el cuerpo Élite que debía lograr la captura o la muerte de Escobar.
Las autoridades dieron de baja en enfrentamientos a algunos de sus hombres fieles. El Palomo, Tyson y Chopo, murieron, y otros hombres denominados por las autoridades como "importantísimos" en el cartel, fueron capturados. "Poco a poco esas medidas permitieron que él se fuera quedando solo y comenzara a desesperarse", comenta el general Castro.
Las autoridades impidieron además la salida de sus hijos hacia el exterior, aunque contaban con visas legales expedidas por la embajada estadounidense. La estrategia de acosarlo y agotarlo fue para la policía el medio para aniquilarlo.
Sus perseguidores localizaron el lugar de origen de las llamadas y encontraron en la vivienda prácticamente indefenso al otrora jefe de un ejército de pistoleros que obedecían ciegamente sus órdenes.
Aunque Escobar opuso resistencia disparando al mismo tiempo dos pistolas mientras trataba de escapar por el tejado de la casa en la que se había ocultado tiempo atrás, no logró eludir el fuego de la fuerza élite y su robusto cuerpo se desplomó con el rostro cubierto de sangre.
Aquel 2 de diciembre de 1993 será recordado por el mundo como el día en que murió el gran capo. Tras su muerte, considerada por Estados Unidos como un éxito, muchos respiraron con más paz, pues sabían que Colombia jamás podría permitir que otro hombre adquiriera el poder y manejara la perversidad que manejó Pablo, quien no parecía distinguir entre el bien y el mal, como lo dijo un escritor.
Su muerte no sólo fue celebrada en el lugar por sus verdugos que con expresiones de satisfacción posaron para las fotografías junto al cadáver como si fuera un trofeo: también lo fue por los colombianos en general, encabezados por el presidente de la República, César Gaviria, ex-secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA).
El júbilo también llegó hasta Washington, que a través de la embajada de Estados Unidos en Bogotá calificó la muerte de Escobar como un "éxito".
En efecto, con Escobar desaparecía el cerebro de la campaña más sangrienta de terrorismo indiscriminado que haya azotado a este país, de por sí habituado a convivir desde hace décadas con un estado permanente de violencia derivado del enfrentamiento armado de las guerrillas izquierdistas contra el Estado.
También quedó el mito. Algunos habitantes de los sectores nororientales de Medellín afirman que el Patrón aún se pasea por las calles, como un ciudadano común, un nuevo narco de bajo perfil.
Escobar, quien durante su vida emuló al histórico jefe mafioso estadounidense 'Al Capone', había sentenciado su propia suerte: "prefiero una tumba en Colombia a una celda en Estados Unidos", lema con el que justificó su guerra contra la extradición a ese país.
Sobre las tejas de barro rojo abrasadas por el sol primaveral que la tarde del jueves 2 de diciembre de 1993 brillaba sobre Medellín (noroeste) quedó tendido el cuerpo inerte de un ciudadano colombiano llamado Pablo Escobar Gaviria ('el patrón', 'el rey', 'el benefactor', 'el capo', 'el criminal', 'el mito', ) pero mas que eso, quedó tendido un testimonio de lo que una nación puede llegar a experimentar cuando el poder del narcotrafico ciega la conciencia de los hombres.
Al momento de su muerte, la revista Semana de Bogotá describía así la huella que marcaba en la historia de Colombia:
"No dejó gobernar a tres presidentes. Transformó el lenguaje, la cultura, la fisonomía y la economía de Medellín y del país. Antes de Pablo Escobar los colombianos desconocían la palabra sicario. Antes de Pablo Escobar Medellín era considerada un paraíso. Antes de Pablo Escobar, el mundo conocía a Colombia como la Tierra del Café. Y antes de Pablo Escobar, nadie pensaba que en Colombia pudiera explotar una bomba en un supermercado o en un avión en vuelo. Por cuenta de Pablo Escobar hay carros blindados en Colombia y las necesidades de seguridad modificaron la arquitectura. Por cuenta de él se cambió el sistema judicial, se replanteó la política penitenciaria y hasta el diseño de las prisiones, y se transformaron las Fuerzas Armadas. Pablo Escobar descubrió, más que ningún antecesor, que la muerte puede ser el mayor instrumento de poder."
jueves, 27 de marzo de 2008
GACHA
Jose Gonzalo Rodriguez Gacha - El Mexicano - El 15 de diciembre de 1989, la Policía colombiana, tras una espectacular cacería, puso fin a la carrera delictiva de José Gonzalo Rodríguez Gacha, El Mexicano, principal socio del capo Pablo Escobar, y considerado como el más sanguinario y rico de los narcotraficantes colombianos.
Se acaba de morir la cabeza del organismo terrorista más contundente que hay en Colombia, dijo entonces el jefe del Departamento Administrativo de Seguridad, Miguel Maza Márquez.
Su inmensa fortuna, representada en dólares, esmeraldas, lingotes de oro y otras joyas, las guardaba en caletas o guacas enterradas en sus propiedades, de las cuales la más espectacular fue la hacienda Cuernavaca, de 361 hectáreas, ubicada en el municipio de Pacho, Cundinamarca a 80 kilómetros de Bogotá, y donde pastaban 200 finísimos caballos de paso.
Cientos de caza fortunas invadieron los predios de Rodríguez Gacha en busca de las canecas repletas de dinero y del codiciado maletín negro que "El Mexicano" nunca abandonó, pero que el 15 de diciembre de 1989 desapareció misteriosamente.
Noticias - Radio Miami por Max Lesnik- Articulo Relacionado
En Marzo del 2006 dicho maletín negro y las guacas volvieron a salir a la luz pública, cuando se reveló que Estados Unidos recibió 60 millones de dólares para "borrar" cualquier indicio que permita involucrar a los herederos de "El Mexicano" en los múltiples juicios que se le siguen al narcotraficante.
En efecto, los investigadores, según reveló la revista "Cambio", descubrieron un "cerro de documentos incautados durante los allanamientos realizados a propiedades de El Mexicano". Uno de los documentos llamó la atención de los investigadores: era la copia de un acuerdo judicial realizado hace cerca de 10 años en Estados Unidos por un abogado que representaba a los herederos del sanguinario capo?.
Los agentes descubrieron una operación secreta a resultado de la cual la justicia de Estados Unidos obtuvo el dinero en mención, depositados en 24 cuentas manejadas por testaferros de "El Mexicano" en bancos de Hong Kong, Suiza, Luxemburgo y Austria. A cambio de lo anterior, los herederos de Rodríguez Gacha quedaron así liberados de cargos de conspiración para introducir cocaína a ese país y ocultamiento de los frutos de sus actividades ilegales.
El senador Javier Cáceres anunció un debate en el Congreso, pues "si la inmunidad judicial se compra en Estados Unidos con dinero, ¿por qué debe Colombia seguir con lo más duro y sangriento del esfuerzo, y recibir apenas las migajas de los millonarios recursos incautados?
Solo nos falta repetir la frase que hizo popular en Cuba el periodista de La Mesa Redonda Informativa de la Televisión Cubana, Reinaldo Taladrid, Saque Ud. sus propias conclusiones!!
Se acaba de morir la cabeza del organismo terrorista más contundente que hay en Colombia, dijo entonces el jefe del Departamento Administrativo de Seguridad, Miguel Maza Márquez.
Su inmensa fortuna, representada en dólares, esmeraldas, lingotes de oro y otras joyas, las guardaba en caletas o guacas enterradas en sus propiedades, de las cuales la más espectacular fue la hacienda Cuernavaca, de 361 hectáreas, ubicada en el municipio de Pacho, Cundinamarca a 80 kilómetros de Bogotá, y donde pastaban 200 finísimos caballos de paso.
Cientos de caza fortunas invadieron los predios de Rodríguez Gacha en busca de las canecas repletas de dinero y del codiciado maletín negro que "El Mexicano" nunca abandonó, pero que el 15 de diciembre de 1989 desapareció misteriosamente.
Noticias - Radio Miami por Max Lesnik- Articulo Relacionado
En Marzo del 2006 dicho maletín negro y las guacas volvieron a salir a la luz pública, cuando se reveló que Estados Unidos recibió 60 millones de dólares para "borrar" cualquier indicio que permita involucrar a los herederos de "El Mexicano" en los múltiples juicios que se le siguen al narcotraficante.
En efecto, los investigadores, según reveló la revista "Cambio", descubrieron un "cerro de documentos incautados durante los allanamientos realizados a propiedades de El Mexicano". Uno de los documentos llamó la atención de los investigadores: era la copia de un acuerdo judicial realizado hace cerca de 10 años en Estados Unidos por un abogado que representaba a los herederos del sanguinario capo?.
Los agentes descubrieron una operación secreta a resultado de la cual la justicia de Estados Unidos obtuvo el dinero en mención, depositados en 24 cuentas manejadas por testaferros de "El Mexicano" en bancos de Hong Kong, Suiza, Luxemburgo y Austria. A cambio de lo anterior, los herederos de Rodríguez Gacha quedaron así liberados de cargos de conspiración para introducir cocaína a ese país y ocultamiento de los frutos de sus actividades ilegales.
El senador Javier Cáceres anunció un debate en el Congreso, pues "si la inmunidad judicial se compra en Estados Unidos con dinero, ¿por qué debe Colombia seguir con lo más duro y sangriento del esfuerzo, y recibir apenas las migajas de los millonarios recursos incautados?
Solo nos falta repetir la frase que hizo popular en Cuba el periodista de La Mesa Redonda Informativa de la Televisión Cubana, Reinaldo Taladrid, Saque Ud. sus propias conclusiones!!
MUERTE DE PABLO ESCOBAR
MUERE PABLO ESCOBAR
Diciembre 2 de 1993 El señor de las drogasEl día que murió Pablo Escobar se cerró el ciclo de la violencia narcoterrorista. Ese nombre alcanzó fama universal por su sorprendente inteligencia para la maldad.
Por La redacción de SEMANA*
Cinco minutos antes de las 3 de la tarde del jueves 2 de diciembre de 1993, el Ministro de Defensa, Rafael Pardo, se disponía a iniciar las actividades en su oficina, después de un debate en el Congreso, cuando el teléfono de su oficina sonó. Era el subdirector de la Policía Nacional, el general Octavio Vargas Silva: "Cayó Escobar" -le dijo-.
Pardo llamó al presidente César Gaviria y le dio la noticia: "Acaba de caer Escobar". A esa misma hora en Washington, el presidente estadounidense Bill Clinton concluyó una reunión en la Casa Blanca y al dirigirse al despacho oval, un funcionario del Consejo Nacional de Seguridad le entregó un pequeño memo preparado por la oficina de la CIA en Bogotá. La noticia de que uno de los hombres más peligrosos del planeta había muerto ya le había dado la vuelta al mundo.
El desenlace de la historia de Pablo Escobar se había iniciado 15 días antes, cuando el capo adquirió, por intermedio de un testaferro de su organización, la residencia de la calle 79A No. 45D-94, en el sector de Los Olivos, un barrio de clase media cerca del estadio de fútbol Atanasio Girardot, en Medellín. La residencia de dos pisos había sido ubicada por el propio Escobar en desarrollo de su angustiosa costumbre de andar comprando casas por diferentes zonas de Medellín para construir allí caletas y esconderse, lo que explica su manía de reunir decenas de recortes de avisos clasificados del periódico El Colombiano en el fólder que cargaba para arriba y para abajo desde hacía meses, con sus cartas, apuntes y documentos.
Escobar se mudó en la tercera semana de noviembre. Llegó a la casa una noche en un taxi Chevette amarillo en compañía de Alvaro de Jesús Agudelo, apodado 'el Limón', pero tal y como se lo aconsejaban sus normas de seguridad, poco permanecía en ella.
Consciente de que sus llamadas telefónicas eran monitoreadas por el grupo de inteligencia y telecomunicaciones del Bloque de Busqueda, realizaba casi más llamadas para despistar que aquellas que realmente necesitaba hacer. Se movía por varias zonas de la ciudad con un teléfono inalámbrico de muy largo alcance y potencia, que no era otra cosa que una extensión de un aparato fijo que también era cambiado de lugar constantemente por los hombres de Escobar. Esto explica que muchas veces los hombres del Bloque rastrearan una llamada del jefe del cartel de Medellín gracias a la intercepción de las líneas telefónicas locales, y terminaran allanando una casa donde efectivamente hallaban un receptor telefónico con su antena extendida al máximo, pero no encontraban ni el auricular ni a Escobar.
Estas tareas de contrainteligencia del capo exigían de él una disciplina a toda prueba que implicaba que pensara continuamente en producir señales falsas sobre sus desplazamientos, como hacer llamadas por el teléfono inalámbrico desde diferentes sitios de la ciudad y en constante movimiento. Para ello necesitaba dedicar su mente casi exclusivamente a estos asuntos, algo que se le estaba volviendo cada vez más difícil debido a que una creciente preocupación copaba su tiempo y su cabeza: la seguridad de su familia.
Su esposa María Victoria y sus dos hijos Juan Pablo y Manuela estaban en la mira de todos sus enemigos, y en especial del grupo de 'Los Pepes', ese nombre tras el cual se unieron todos los adversarios de Escobar en el mundo del narcotráfico y el paramilitarismo.
De ahí que él estuviera obligado a pensar cada vez más en sacar a su familia del país, y menos en protegerse del Bloque de Busqueda, despistándolo con sus llamadas telefónicas móviles.
Esta desesperación llegó a su clímax el domingo 28 de noviembre, cuando las autoridades alemanas de inmigración le negaron la entrada a ese país a la esposa y a los hijos de Escobar. Fracasaba así el que a la postre sería el último intento del jefe del cartel por ubicar a su familia en un lugar seguro. Desde ese momento, la suerte de Pablo Escobar quedó echada.
Al regresar su familia a Bogotá para ser instalada en Residencias Tequendama bajo protección de la Policía -la institución que con mayor ferocidad había combatido a Escobar en los últimos años- el jefe del cartel se desesperó. Mientras millones de colombianos expresaban su indignación por el despliegue de tropa destinada a proteger a los Escobar y por las comodidades de que estaban gozando, el jefe del cartel tuvo en claro que su esposa y sus dos hijos estaban encerrados en una trampa cuya presa sería él mismo. Por ello, perdió definitivamente la calma y comenzó a cometer errores.
A partir del lunes hizo un total de seis llamadas a Residencias Tequendama. En los sótanos de la escuela Carlos Holguín, sede del Bloque de Búsqueda en Medellín, el rastreo de la llamada por el sistema de triangulación radiogonométrica operado desde hacía 14 meses y casi sin descanso por una joven oficial de la Policía pudo ubicar el lugar desde donde Escobar estaba hablando. De inmediato se desató un operativo del Bloque. Como la ubicación del lugar donde se suponía estaba Escobar parecía tan exacta, la decisión de los hombres del Bloque fue la de enviar un grupo tipo comando, con los 17 mejores hombres de la organización. A las 2:35 de la tarde llegaron al sector de Los Olivos tres furgones del Bloque de Búsqueda. Al acercarse a la zona, desde una camioneta color crema que siempre acompañaba a los agentes y soldados, los equipos electrónicos ofrecieron una confirmación aun más precisa del origen de emisión de las llamadas -la casa adquirida por Escobar 15 días antes-, pues éste seguía hablando por teléfono, esta vez al parecer con un periodista a quien le estaba respondiendo un cuestionario.
El jefe del cartel acababa de almorzar un plato de espaguetis, se había quitado los zapatos y había decidido realizar su llamada telefónica mientras descansaba en su cama. A su interlocutor le dijo: "Espérate que oigo algunos movimientos raros allá afuera". 'el Limón', su guardaespaldas de los últimos días, se asomó a la ventana en el momento mismo en que los hombres del Bloque se acercaban a la puerta por el frente de la casa.
En un acto de desesperación y entrega para con 'el Patrón', Agudelo salió a la calle disparando su pistola 9 milímetros, en una maniobra que pretendía distraer al comando uniformado, y darle la oportunidad a Escobar de escapar por la parte trasera de la casa. La maniobra no alcanzó a funcionar: 'el Limón' cayó abatido en cuestión de segundos en el antejardín, mientras Escobar saltaba desde una ventana del segundo piso hacia el tejado de barro de la casa vecina.
Pero allí lo esperaban dos hombres del Bloque, Escobar comenzó a disparar hasta agotar 12 de las 13 balas que llevaba en su Sig Sauer 9 milímetros, pero no logró escapar. Los dos efectivos del Bloque dispararon con gran precisión. Tres tiros atravesaron la cabeza de Escobar. Dos balas más se alojaron en su pierna derecha, otra en el muslo izquierdo y una más arriba de la cadera.
Por más increíble que pareciera, Pablo Escobar Gaviria había sido abatido por el Bloque de Búsqueda en un operativo de no más de 15 minutos mientras el país intentaba curarse de las heridas que dejó más de una década de terror. A Pablo Escobar se le recordará como hombre capaz de matar a un policía que lo detenía en la calle; al juez que lo mandaba a la cárcel; al militar que le quemara un laboratorio; al periodista que denunciara su poder de corrupción. Su poder estaba basado en la cocaína y la muerte. Muchos pensaron que con Escobar morían los carteles, el narcotráfico y el crimen organizado. Pero el día que murió Escobar empezó a incubarse un nuevo enemigo. Carlos Castaño y Diego Murillo 'Don Berna', por mencionar sólo algunos, quienes fueron activos miembros de 'Los Pepes' y contribuyeron a la muerte de Escobar, poco tiempo después emularían sus métodos de terror desde el paramilitarismo.
Diciembre 2 de 1993 El señor de las drogasEl día que murió Pablo Escobar se cerró el ciclo de la violencia narcoterrorista. Ese nombre alcanzó fama universal por su sorprendente inteligencia para la maldad.
Por La redacción de SEMANA*
Cinco minutos antes de las 3 de la tarde del jueves 2 de diciembre de 1993, el Ministro de Defensa, Rafael Pardo, se disponía a iniciar las actividades en su oficina, después de un debate en el Congreso, cuando el teléfono de su oficina sonó. Era el subdirector de la Policía Nacional, el general Octavio Vargas Silva: "Cayó Escobar" -le dijo-.
Pardo llamó al presidente César Gaviria y le dio la noticia: "Acaba de caer Escobar". A esa misma hora en Washington, el presidente estadounidense Bill Clinton concluyó una reunión en la Casa Blanca y al dirigirse al despacho oval, un funcionario del Consejo Nacional de Seguridad le entregó un pequeño memo preparado por la oficina de la CIA en Bogotá. La noticia de que uno de los hombres más peligrosos del planeta había muerto ya le había dado la vuelta al mundo.
El desenlace de la historia de Pablo Escobar se había iniciado 15 días antes, cuando el capo adquirió, por intermedio de un testaferro de su organización, la residencia de la calle 79A No. 45D-94, en el sector de Los Olivos, un barrio de clase media cerca del estadio de fútbol Atanasio Girardot, en Medellín. La residencia de dos pisos había sido ubicada por el propio Escobar en desarrollo de su angustiosa costumbre de andar comprando casas por diferentes zonas de Medellín para construir allí caletas y esconderse, lo que explica su manía de reunir decenas de recortes de avisos clasificados del periódico El Colombiano en el fólder que cargaba para arriba y para abajo desde hacía meses, con sus cartas, apuntes y documentos.
Escobar se mudó en la tercera semana de noviembre. Llegó a la casa una noche en un taxi Chevette amarillo en compañía de Alvaro de Jesús Agudelo, apodado 'el Limón', pero tal y como se lo aconsejaban sus normas de seguridad, poco permanecía en ella.
Consciente de que sus llamadas telefónicas eran monitoreadas por el grupo de inteligencia y telecomunicaciones del Bloque de Busqueda, realizaba casi más llamadas para despistar que aquellas que realmente necesitaba hacer. Se movía por varias zonas de la ciudad con un teléfono inalámbrico de muy largo alcance y potencia, que no era otra cosa que una extensión de un aparato fijo que también era cambiado de lugar constantemente por los hombres de Escobar. Esto explica que muchas veces los hombres del Bloque rastrearan una llamada del jefe del cartel de Medellín gracias a la intercepción de las líneas telefónicas locales, y terminaran allanando una casa donde efectivamente hallaban un receptor telefónico con su antena extendida al máximo, pero no encontraban ni el auricular ni a Escobar.
Estas tareas de contrainteligencia del capo exigían de él una disciplina a toda prueba que implicaba que pensara continuamente en producir señales falsas sobre sus desplazamientos, como hacer llamadas por el teléfono inalámbrico desde diferentes sitios de la ciudad y en constante movimiento. Para ello necesitaba dedicar su mente casi exclusivamente a estos asuntos, algo que se le estaba volviendo cada vez más difícil debido a que una creciente preocupación copaba su tiempo y su cabeza: la seguridad de su familia.
Su esposa María Victoria y sus dos hijos Juan Pablo y Manuela estaban en la mira de todos sus enemigos, y en especial del grupo de 'Los Pepes', ese nombre tras el cual se unieron todos los adversarios de Escobar en el mundo del narcotráfico y el paramilitarismo.
De ahí que él estuviera obligado a pensar cada vez más en sacar a su familia del país, y menos en protegerse del Bloque de Busqueda, despistándolo con sus llamadas telefónicas móviles.
Esta desesperación llegó a su clímax el domingo 28 de noviembre, cuando las autoridades alemanas de inmigración le negaron la entrada a ese país a la esposa y a los hijos de Escobar. Fracasaba así el que a la postre sería el último intento del jefe del cartel por ubicar a su familia en un lugar seguro. Desde ese momento, la suerte de Pablo Escobar quedó echada.
Al regresar su familia a Bogotá para ser instalada en Residencias Tequendama bajo protección de la Policía -la institución que con mayor ferocidad había combatido a Escobar en los últimos años- el jefe del cartel se desesperó. Mientras millones de colombianos expresaban su indignación por el despliegue de tropa destinada a proteger a los Escobar y por las comodidades de que estaban gozando, el jefe del cartel tuvo en claro que su esposa y sus dos hijos estaban encerrados en una trampa cuya presa sería él mismo. Por ello, perdió definitivamente la calma y comenzó a cometer errores.
A partir del lunes hizo un total de seis llamadas a Residencias Tequendama. En los sótanos de la escuela Carlos Holguín, sede del Bloque de Búsqueda en Medellín, el rastreo de la llamada por el sistema de triangulación radiogonométrica operado desde hacía 14 meses y casi sin descanso por una joven oficial de la Policía pudo ubicar el lugar desde donde Escobar estaba hablando. De inmediato se desató un operativo del Bloque. Como la ubicación del lugar donde se suponía estaba Escobar parecía tan exacta, la decisión de los hombres del Bloque fue la de enviar un grupo tipo comando, con los 17 mejores hombres de la organización. A las 2:35 de la tarde llegaron al sector de Los Olivos tres furgones del Bloque de Búsqueda. Al acercarse a la zona, desde una camioneta color crema que siempre acompañaba a los agentes y soldados, los equipos electrónicos ofrecieron una confirmación aun más precisa del origen de emisión de las llamadas -la casa adquirida por Escobar 15 días antes-, pues éste seguía hablando por teléfono, esta vez al parecer con un periodista a quien le estaba respondiendo un cuestionario.
El jefe del cartel acababa de almorzar un plato de espaguetis, se había quitado los zapatos y había decidido realizar su llamada telefónica mientras descansaba en su cama. A su interlocutor le dijo: "Espérate que oigo algunos movimientos raros allá afuera". 'el Limón', su guardaespaldas de los últimos días, se asomó a la ventana en el momento mismo en que los hombres del Bloque se acercaban a la puerta por el frente de la casa.
En un acto de desesperación y entrega para con 'el Patrón', Agudelo salió a la calle disparando su pistola 9 milímetros, en una maniobra que pretendía distraer al comando uniformado, y darle la oportunidad a Escobar de escapar por la parte trasera de la casa. La maniobra no alcanzó a funcionar: 'el Limón' cayó abatido en cuestión de segundos en el antejardín, mientras Escobar saltaba desde una ventana del segundo piso hacia el tejado de barro de la casa vecina.
Pero allí lo esperaban dos hombres del Bloque, Escobar comenzó a disparar hasta agotar 12 de las 13 balas que llevaba en su Sig Sauer 9 milímetros, pero no logró escapar. Los dos efectivos del Bloque dispararon con gran precisión. Tres tiros atravesaron la cabeza de Escobar. Dos balas más se alojaron en su pierna derecha, otra en el muslo izquierdo y una más arriba de la cadera.
Por más increíble que pareciera, Pablo Escobar Gaviria había sido abatido por el Bloque de Búsqueda en un operativo de no más de 15 minutos mientras el país intentaba curarse de las heridas que dejó más de una década de terror. A Pablo Escobar se le recordará como hombre capaz de matar a un policía que lo detenía en la calle; al juez que lo mandaba a la cárcel; al militar que le quemara un laboratorio; al periodista que denunciara su poder de corrupción. Su poder estaba basado en la cocaína y la muerte. Muchos pensaron que con Escobar morían los carteles, el narcotráfico y el crimen organizado. Pero el día que murió Escobar empezó a incubarse un nuevo enemigo. Carlos Castaño y Diego Murillo 'Don Berna', por mencionar sólo algunos, quienes fueron activos miembros de 'Los Pepes' y contribuyeron a la muerte de Escobar, poco tiempo después emularían sus métodos de terror desde el paramilitarismo.
LAZOS FAMILIARES

LAZOS FAMILIARES
ÁLVARO URIBE VÉLEZ, PABLO ESCOBAR GAVIRIA
Y LOS OCHOA
Por JULIO CÉSAR GARCÍA VÁSQUEZHistoriador / Especial para La otra Verdad Periodismo Investigativo
Investigar el árbol genealógico de los personajes de la vida pública colombiana es una tarea casi imposible, la cual puede contener más de una sorpresa. Este es el caso de los lazos familiares de nuestro Presidente Álvaro Uribe Vélez. Hay que aclarar que este artículo sobre los nexos familiares del personaje público más importante del país, a quien la mayoría de los colombianos aptos para votar eligieron desde el 2002, no tiene la intención de menoscabar la intimidad ni el prestigio de las personas respetables, de bien, que hacían parte o componen su familia.
Simplemente son hechos que quedaron en la historia y que nadie puede cambiar. Esta investigación periodística, amparada por la Constitución Nacional, es sólo un ejercicio de Genealogía avalado por la ley, máxime cuando se trata de personalidades de la vida nacional.
La Genealogía, considerada como otra de las ciencias auxiliares de la historia, estudia el pedigrí o árbol familiar de un individuo. Para esto se analizan los nombres y relaciones entre los parientes vivos y muertos, con base en documentos y evidencias de varias características, con el fin de poder armar el árbol genealógico.
Veamos: Es de amplio conocimiento que Pablo Escobar Gaviria y José Obdulio Gaviria Vélez, son respectivamente hijos de Herlinda y José Gaviria Berrio. Por lo tanto, su abuelo común era Roberto Gaviria, hijo de Braulio Gaviria Vélez, este a su vez hijo de Pedro Luis Gaviria Vélez, quien era hijo de Francisco Gaviria Gallón. Francisco Gaviria Gallón era hijo de Antonio y sobrino de Miguel Gaviria Mazo.Miguel Gaviria Mazo se casó con María Josefa Ochoa Londoño, siendo los padres de Rafael Gaviria Ochoa y abuelos de María Necostrata Gaviria Castro.De María Necostrata nació Feliciana Echeverri Gaviria.De Feliciana nació Eduardo Sierra Echeverri.De Eduardo nació Cecilia Sierra Velásquez.De Cecilia nació Alberto Uribe Sierra, casado con Laura Vélez Uribe.De Alberto y Laura nació Álvaro Uribe Vélez.
LOS VÍNCULOS CON LOS OCHOA
Roberto Vélez Ochoa se casó con Norma, siendo su cuñado Fabio Ochoa Restrepo, el padre de Jorge Luis Ochoa Vásquez y el Clan Ochoa.
El abuelo de Álvaro Uribe Vélez fue Martín Emilio Vélez Ochoa (hermano de Roberto y cuñado de Norma) y el abuelo de Jorge Luis Ochoa Vásquez fue Tulio Ochoa. Estos abuelos, a su vez, eran hijos, respectivamente, de Laura y Abelardo Ochoa Restrepo, hijos a su vez de Vespaciano Ochoa González que viene a ser el tercer abuelo común, tanto de Álvaro Uribe Vélez como de Jorge Luis Ochoa Vásquez.
Si continuamos por este camino, encontramos que los abuelos comunes siguen siendo:Nicolás Ochoa Zapata era tío de María Josefa Ochoa Londoño, cuñada de Antonio Gaviria Mazo, quien, como ya dijimos, es un quinto abuelo común de Pablo Escobar Gaviria y José Obdulio Gaviria Vélez.
Ya dijimos que Norma Ochoa Restrepo se casó con su primo segundo Roberto Vélez Ochoa, siendo padres de Mario y Juan Diego Vélez Ochoa, de quienes el Nuevo Herald del 28-06-2005 dice pertenecen al grupo paramilitar de “LOS ERRE”.
Jorge Luis Ochoa Vásquez se casó con María Elia Posada Echeverri, por lo cual Jorge Luis es cuñado de Juan Emilio Posada Echeverri, quien fue presidente de ACES y de Avianca, luego Ejecutivo Corporativo en Jefe del Grupo Synergy, y ahora el más firme candidato a quedarse con la concesión del Aeropuerto Eldorado, en sociedad con unos empresarios Chinos.
María Elia y Juan Emilio Posada Echeverri son hijos de Guillermo y sobrinos de Noemí Posada Saldarriaga, esta última, madre de la embajadora en España Noemí Sanín Posada, quien fue Candidata a la Presidencia de la República, siendo su fórmula vicepresidencial Fabio Villegas Ramírez, el actual presidente de Avianca, que reemplazó a Juan Emilio en ese cargo.
NEXOS POLÍTICOS EN LA CASA DE NARIÑO
El hombre fuerte de la Casa de Nariño, Fabio Echeverri Correa, es el sobrino político de Gladis De Greiff Ramos, cuñada de Darío Moreno Restrepo, el padre de Lina Moreno Mejía, la esposa de Álvaro Uribe Vélez y Primera Dama de la Nación. Fabio Echeverri Correa viene a ser primo tercero de Héctor Abad Gómez, quien fue suegro del Ministro de Comercio Jorge Humberto Botero Angulo, activo negociador el TLC PI”
BIOGRAFIA DE PABLO ECOBAR

Pablo Emilio Escobar Gaviria; Rionegro, Antioquía, 1949 - Medellín, 1993) Narcotraficante colombiano que fue uno de los fundadores del llamado Cártel de Medellín. Hijo de un administrador de fincas y de una maestra rural. Empezó en oficios menores, lavando coches o ayudando en los mercados; también fue criador de vacas para luego pasar a matón a sueldo y ladrón de coches.
Su carrera delictiva se inició con la compra de objetos robados y el contrabando a pequeña escala, hasta que se introdujo en el tráfico de marihuana y, finalmente, en el de cocaína. En 1976 fue detenido con 19 kilos de cocaína, aunque su caso fue sobreseído.
Pablo Escobar
Por esta época Escobar inició su carrera política. Levantó un barrio para desheredados en Medellín, llamado Medellín sin Tugurios o el barrio de Pablo Escobar, un gueto de 780 viviendas unifamiliares, que construyó con destino a la gente necesitada para obtener los votos que le convirtieron primero en teniente de alcalde del Ayuntamiento de Medellín y, después, como candidato del Movimiento de Renovación Liberal, en diputado suplente del Congreso de la República en 1982.
Fue denunciado por tráfico de drogas, lo que originó su fracaso en la política, y se dedicó a promover una serie de campañas cívicas y obras sociales con ayuda de los sacerdotes Elías Loperas Cárdenas y Hernán Cuartas.
Pablo Escobar fue uno de los fundadores del Cartel de Medellín -llamado en su nacimiento MAS (Muerte a los Secuestradores)-, cuyo origen fue el secuestro de Marta Nieves Ochoa. Desde 1983, cuando el Departamento Antidroga de los Estados Unidos, lo vinculó a las organizaciones de narcotráfico, Escobar se sumió en la clandestinidad y logró salir airoso de un asedio periódico de autoridades colombianas y agencias secretas internacionales como la Interpol y la DEA.
Además de tráfico de droga a gran escala, sobre él pesaban acusaciones tan graves como la de los asesinatos del director del diario El Espectador, Guillermo Cano; del ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, en 1984; del Líder de Partido Liberal y candidato presidencial de Colombia, Luis Carlos Galán, en 1989; y del secuestro de ocho periodistas, uno de los cuales murió. También se le ha responsabilizado de los asesinatos de los candidatos presidenciales Carlos Pizarro Leongómez, líder del M-19, y Bernardo Jaramillo Ossa, líder de la Unión Patriótica. Asimismo, se le atribuyó el asesinato de Marina Montoya, hermana del secretario de la residencia durante el Gobierno de Virgilio Barco, en enero de 1991.
También se le acusó de haber organizado una vasta industria ilegal, responsable indirectamente de gran parte de los veinticinco mil crímenes que se cometían anualmente en Colombia. La policía colombiana, para quien Escobar es responsable de prácticamente todo lo que ocurría en el país, vinculó a este narcotraficante con el atentado del edificio DAS, donde perdieron la vida alrededor de un centenar de personas. También se le señaló como responsable de haber pagado a terroristas de ETA para que pusieran la bomba que hizo estallar un avión de Avianca en el que perdieron la vida 107 personas.
PABLO ESCOBAR GAVIRIA

El narcotraficante colombiano Pablo Escobar Gaviria estuvo en Cuba en 1989 y durante su visita mantuvo contacto con militares cubanos, afirmó un ex oficial de inteligencia que escapó con su familia a Estados Unidos.
"Pablo Escobar estuvo en la casa de mi familia en La Habana en 22 de febrero de 1989, y le llevó un ramo de flores de regalo a mi madre, que ese día celebraba su cumpleaños'', reveló ayer Daniel Abierno Govín, ex primer teniente del Ministerio del Interior (MININT).
Abierno, de 50 años, dijo a El Nuevo Herald que el encuentro con el cabecilla del cartel de Medellín se realizó en la casa de sus padres, situada en la calle F, entre las avenidas 27 y 29, en el barrio de El Vedado.
"Yo lo ví una sola vez allí y no puedo decir si fue en otras ocasiones a Cuba, pero puedo asegurar que estuvo en mi casa ese día'', enfatizó el ex oficial cubano, que perteneció al MININT por 20 años. "Me lo presentaron como un amigo de mi hermana Rosa María, y después supe quien era''.
El ex oficial se refiere Rosa María Abierno Govín, con grado de capitán del MININT y única mujer incluida en la Causa No.1 de 1989 junto al general Arnaldo Ochoa y otros altos oficiales cubanos. Rosa María recibió una condena de 30 años por introducir cocaína en la isla usando armazones de computadoras. Fue liberada en 1994 y falleció de cáncer apenas tres meses después de salir de la prisión.
"En Cuba todos los que tuvieron vínculos con Escobar, están presos o están muertos'', explicó. ‘‘Nadie que se haya relacionado con él [Escobar] puede salir fácilmente de allí''.
La periodista colombiana Astrid Legarda, autora del libro de memorias El verdadero Pablo (2005), puso en entredicho la versión de Abierno a partir de sus conversaciones con John Jairo Velázquez, alias "Popeye'', el principal lugarteniente de Escobar.
"Popeye me dijo que hasta donde él sabía, Escobar nunca había ido a Cuba'', manifestó Legarda. ‘‘Pero no puede olvidarse que en estos negocios, a veces los jefes viajan sin informárselo s sus subalternos y hay historias en lo que no está dicha toda la verdad''.
De acuerdo con la periodista, quien sí estuvo en Cuba fue otro asistente de Escobar, León Avendaño Correa, alias "El cocodrilo'', dedicado a coordinar todo el tráfico de drogas a través de la isla.
Abierno cuenta que la visita de Escobar --ultimado en un operativo en Medellín en diciembre de 1993-- se habría producido para negociar directamente con Ochoa la compra de cohetes tierra-aire, pero la transacción se frustró luego que Ochoa y sus colaboradores fueran detenidos y procesados en junio de 1989.
Ochoa logró los primeros contactos con narcotraficantes colombianos entre octubre y noviembre de 1986, gracias a la colaboración de su ayudante, el capitán Jorge Martínez, quien logró entrevistarse con un representante del cartel de Medellín.
En mayo de 1988 Martínez viajó a Colombia con pasaporte falso para entrevistarse con Escobar bajo extremas medidas de seguridad. Ambos acordaron que el precio de utilizar a Cuba como puente de la droga hacia Estados Unidos sería de $1,200 por cada kilogramo de cocaína, de acuerdo con la información revelada durante el proceso judicial.
Ochoa y Martínez fueron fusilados junto al coronel Antonio de la Guardia y el mayor Amado Padrón, ambos vinculados al departamento M--C del MININT.
Abierno confesó que el proceso que involucró a su hermana resultó "un golpe para toda mi vida'' y marcó el comienzo de su desafección con el régimen de Fidel Castro.
Durante el juicio de la Causa No. 1, su padre, Bienvenido Abierno Rodríguez, falleció de una trombosis a los 72 años, y tras él, su madre, Eugenia Govín Pérez, víctima de una crisis de diabetes, a los 63.
"Mis padres no pudieron soportar el juicio de mi hermana'', contó. "Y la muerte de Rosa María dejó muchas sospechas, porque era una mujer que tenía una salud de hierro''.
Su hermano, el coronel de inteligencia Bienvenido Abierno Govín, de 61 años, se desempeñó como agregado cultural de la Oficina de Intereses de Cuba en Washington entre 1983 y 1987, cuando fue expulsado por el gobierno de Ronald Reagan bajo acusaciones de espionaje. Actualmente permanece en Cuba como oficial en servicio del MININT.
Un hijo de Bienvenido, su sobrino Luis Felipe Abierno Miranda, fue uno de los oficiales designados para viajar en el avión que llevó al niño Elián González y su familia de regreso a la isla, en junio del 2000. Pertenece a la escolta personal del presidente venezolano Hugo Chávez desde el 2003.
"Es difícil aceptar un juicio contra una persona, sabiendo que todo lo que hacía estaba autorizado por los más altos niveles del gobierno, empezando por Fidel y Raúl Castro'', manifestó Abierno, que laboró en la Seguridad del Estado como verificador de solicitudes para el MININT.
Anoche compareció en el programa A Mano Limpia del Canal 41-AmericaTeVe, donde continuará hoy ofreciendo su testimonio.
El ex oficial escapó de Cuba con su familia en una lancha por Boca de Jaruco, al norte de La Habana, el 13 de agosto del 2005, y fue interceptado en altamar. Permaneció por siete meses en la base naval de Guantánamo, donde fue entrevistado en varias jornadas por oficiales de la CIA.
"Justamente me fui aprovechando la fecha del cumpleaños de Fidel Castro, pues ese día llevan lechón y cerveza a todas las unidades y los guardias están de fiesta'', apuntó.
En marzo del 2006 fue ubicado en Kentucky y desde finales del pasado año decidió radicarse en el sur de la Florida. Abierno dijo además que tras el desmantelamiento de la Red Avispa, en 1998, la inteligencia cubana fue orientada por el propio Fidel Castro para reorganizar las operaciones de espionaje cubano en Estados Unidos con nuevas encomiendas.
"Es una ‘batalla de ideas' silenciosa y el propósito es penetrar los medios de comunicación'', declaró el ex oficial, que mencionó los nombres de María del Carmen Carro y Natividad Brown Rodríguez como agentes enviados por la Seguridad del Estado.
Según él, Carro tiene rango de capitán de la Seguridad del Estado. En Cuba se desempeñó como periodista independiente y reside en Hialeah desde el 2004. Brown supuestamente trabaja en una agencia de viajes en Puerto Rico.
Anoche El Nuevo Herald no pudo contactar a Carro, quien laboró en el canal TV Latin News de Hialeah Gardens. Se desconoce información adicional sobr Brown Rodríguez. "La CIA no parece interesada ya en estas cosas, porque considera que puede crear un problema político entre ambos países'', indico
Alimentar a 'Vanessa', de 8 meses, es una de las atracciones.Animales, réplicas de dinosaurios y senderos ecológicos harán parte de esta atracción, que se espera reactive el turismo en esta región.
Por las raídas y descascaradas paredes blancas de la casona de la hacienda, donde Escobar edificó parte de su imperio, se oyen hoy aullidos de micos, gruñidos de hipopótamos y hasta rugidos de dinosaurios que parecen cobrar vida.
Los sonidos asustan. Sobre las ruinas y la maleza de la mítica propiedad se levanta desde hace un mes un parque temático con zoológico, caminatas ecológicas y hasta un centro jurásico con estegosaurios y tiranosaurios rodeados por ruidosos parlantes que escupen sus rugidos.
Se trata de un proyecto turístico que ya registra 300 visitas diarias y que les devolvió la vida a las 1.200 hectáreas de una hacienda que duró 15 años en el olvido.
Desde que se llega a Doradal, en el Magdalena Medio antioqueño, se observan avisos amarillos y verdes que evocan el ambiente de la película Jurassic Park: "bienvenidos a la verdadera aventura salvaje", se lee en uno de los letreros que dominan las boscosas colinas entre la mitad de las dos ciudades más importantes del país: Medellín y Bogotá.
Al llegar a la vieja entrada de la hacienda la avioneta que otrora dominaba el portón azul y blanco literalmente voló. Hoy, aún se leen, borrosas, las letras azules del nombre de la hacienda. "Pero vamos a tener una nueva entrada con dos pilones de madera de casi ocho metros", dice Óscar Jairo Orozco, de la empresa Atecsa, encargada por el Estado en un contrato de arriendo a 20 años de devolverle el esplendor a Nápoles.
Nueve aventuras salvajes
Al ingresar por el portón azul comienza la aventura. A unos 100 metros aparecen cientos de obreros como 'hormigas' asadas al calor que trabajan en una nueva cárcel del Inpec para Antioquia. La construcción, aunque comparte el terreno, nada tendrá que ver con el parque temático.
Al frente aparece el camino de piedras que divide un enorme lago y que da acceso a la casa que ocupara, en los ochenta, Gustavo Gaviria, hermano del extinto capo. La piscina, de dos pisos y con pilones azules de mármol, ya está lista para ahogar el calor.
Y allí, aparece el primer sonido: 18 hipopótamos de quijada enorme resoplan con fuerza bajo el lago. Son descendientes de los dos que trajo Escobar para su zoológico particular. Hoy, gracias a un trabajo de veterinarios y ayudantes de la región, los gigantes animales se dejan ver de los turistas y hasta acceden a salir cuando les llevan su ración diaria de zanahoria y sal.
Pero la mayor atracción es una de 8 meses y con el dulce nombre de 'Vanessa', Aparece en el camino hacia la casona de la hacienda. Toma doce litros diarios de leche y le encanta que la mojen con una manguera dispuesta para los turistas.
Más adelante, búfalos, cebras y hasta burros enanos se dejan ver al lado de un pequeño lago mientras el visitante comienza a escuchar, cada vez más cerca, los rugidos de unos dinosaurios. "Y suenan como si estuvieran vivos", asegura Carlos Rosero, un mecánico dental residente en Bogotá mientras recorre un camino de piedra blanca donde aparecen las figuras a escala de un mamut y un tiranosaurio.
Las figuras, hechas de cemento y que alcanzan casi cuatro metros de altura, fueron restauradas por el mismo constructor que en los años ochenta llegó a Nápoles para cumplirle el deseo a Escobar de tener su parque jurásico.
"No queremos hacer apología de la vida de Escobar. Pero tampoco se puede desconocer el gran atractivo que genera su nombre", insiste Orozco al tiempo que señala los enormes huecos en los pisos y hasta en la piscina de la casona principal de Nápoles, donde aún hoy continúa vivo el mito de las guacas y los lingotes de oro que habría enterrado Escobar.
La casona será otra atracción en pocos meses cuando se puedan recorrer sus raídas y descascaradas paredes blancas restauradas en parte y acompañadas del sonido de la voz de Escobar. También, hoy se construyen un mariposario, un acuario y un serpentario.
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